Parroquia de Santiago El Mayor


     PARROQUIA DE SANTIAGO EL MAYOR  
MEDINA SIDONIA
(CADIZ)


En el 1384 se habla ya de “collación” o parroquia auxiliar de Santiago. El escudo del obispo Caraffa (1501-1506) en la portada y en azulejos hoy desaparecidos del interior de la iglesia probarían que el actual edificio estaba ya concluido y en uso al comenzar el siglo XVI.
A su trazado original mudéjar se pondrán unos añadidos posteriores en el s.XVII y s. XVIII como las capillas, el coro y dos portadas en los ábsides laterales.
Es de planta rectangular con tres naves, de las cuales la nave central es la mas elevada y ancha; en su ábside de crucería y cabecera cuadrada al exterior; en sus arcadas, dobles, de ojiva túmida, apoyando las menores en pilastras que descansan sobre el trasdós de los arcos inferiores.
La cubierta es a dos aguas, techada con teja morisca, y bóveda en la Capilla Mayor. Al interior. Aljarafe en sus tres naves, de colgadizo en los laterales y de par y nudillo en la central con tirantes dobles y lacería.

El retablo Mayor lo forman quince oleos que denotan ser obras de mediados del siglo XVII. El ensamblaje es madera estofada y pintada imitando el nogal y cedro con un tenue jaspeado, pero bárbaramente retocado. Los mejores lienzos son los cuatro Apóstoles, de un solo plano y manierismo escurialense.

La imagen de la Inmaculada perteneció al extinguido convento de Franciscanos Descalzos, de donde pasaría aquí tras la desamortización. La arquitectura del altar y la imagen a la que acompañan cinco pequeños oleos tenebristas con motivos de la letanías de la Virgen, llevan la impronta del taller de Felipe de Rivas, colaborador de Alonso Cano, su maestro.

El frontal de jaspe rosa e incisiones clásicas de este altar probablemente sea la parte del sarcófago de Clodia Lucera que estaba incrustado en la pared de la sacristía de San Francisco.

Otros altares en la nave de la Epístola son los de la Capilla de San José, que era la entrada a la antigua sacristía, y el de la Virgen de la Paz (en su inscripción se lee que es de 1656) con el motivo de la entrega de la casulla a San Idelfonso por la Virgen.

Cristo de la Buena Muerte (Vera Cruz). Es imagen procesional y talla antigua, muy retocada. Su patetismo puede ser del arcaísmo gótico imperante aún bien entrada el siglo XVI.

El altar del Carmen es de 1714-1718. La bóveda de la capilla esta pintada. Es imagen procesional de gran fervor y devoción por el pueblo.

Altares de la nave del Evangelio:

Santa Lucia, la imagen es de talla excelente. La talla es en realidad Santa Catalina de Alejandría, patrona de los filósofos. Esta imagen es un enigma en cuanto a su atribución, época y procedencia.

Altar de San Antonio. Es solo imagen vestible de tamaño normal, procedente de convento de San Francisco.

Altar de Animas. En el altar se contempla las ánimas, altar acabado y bendecido en 1744.

El sagrario y capilla del Nazareno conserva aún la nervatura de su anterior crucería mudéjar; se labra como capilla y altar para el Nazareno hacia 1630, próximo a la constitución de la Hermandad, pero respetando la estructura original de la misma como ábside colateral. En 1780 fue elegida capilla para el Santísimo.

El Nazareno obra documentada hacia 1615, es una talla entera, anatómicamente completísima, vestible y procesional. Su estilo es de la escuela sevillana y tiene la serenidad y gravedad expresiva de manierismo de principios del siglo XVII. Le acompañan en el altar María Santísima de los Dolores y el Evangelista San Juan, ambas vestibles del siglo XVII.

El baptisterio actual se estrenó en 1720, quedando enterrada la pila anterior, de piedra, puesta en 1699, fecha en que se empezó a bautizar en Santiago.

El coro es de la misma época que la Sacristía. La sillería es de cedro con dibujos geométricos, todos diferentes y tallados no superpuestos; el escudo del sillón principal es el de San Agustín.

La Sacristía es un cuadrado con columna central dórico-Toscana de la que arrancan cuatro grandes arcos rebajados dando lugar a bóvedas vaídas de lunetos. Respecto a su época, final del siglo XVII o principios del XVIII. La cajonería es de caoba y cedro, muy buena; según inscripción que existe en sus espejos se hizo siendo vicario Francisco José Medina y Salvatierra, en 1761.

Dentro de la iglesia hay que detenerse aún en el púlpito; su factura es de hierro forjado del siglo XVII es admirable como trabajo y como arte.


En el exterior se ha puesto portada principal, en piedra, estilísticamente del siglo XVII o de principios del XVIII. Es un airoso dintel con jambas de columnas adosadas de tipo toscano, entablamento y frontón roto, triangular, en el que engarzan los escudos del obispo Caraffa, Santiago a caballo y el borrado en s. XIX – del duque.

De la torre, cubo mudéjar en forma de alminar consta que se reforma en su estado actual en 1726 en que se bendicen sus campanas.